lunes, mayo 08, 2006

The Black Cat (1934). Edgar G. Ulmer

Uno de mis momentos favoritos en esta maravilla cinematográfica es cuando Hjalmar Poelzig (Boris Karloff) le pregunta a Dr. Vitus Werdegast (Bela Lugosi): “¿No somos ambos los muertos vivientes?”, con la voz distorsionada y la cámara que parece flotar por los espacios abiertos de la casa de Poelzig donde sucede gran parte de la acción del film.

Y es que “The Black Cat” es una película sobre muertos que caminan, sobre seres que sobreviven en un pasado recreado, sobre las ruinas y sobre una gloria efímera que no volverá. No en vano los dos protagonistas de la historia (extraordinario duelo interpretativo de estos dos “monstruos” del terror) son dos perturbados veteranos de la I Guerra Mundial.

La trama (inspirada según indican los títulos de crédito en un relato de Edgar Allan Poe, aunque la influencia es muy leve) incluye una vieja venganza que espera a ser consumada, satanismo, amor necrófilo, una partida de ajedrez en la que está en juego el alma de una doncella, incesto, locura y una referencia constante a la muerte, a la idea de pérdida y al olvido. Todos estos elementos integrados en una puesta en escena expresionista influenciada por los trabajos que Ulmer había realizado en Alemania (trabajó junto a Fritz Lang y Murnau), con el precioso trabajo art-decó que realizó Charles D. Hall en los decorados y la fotografía contrastada en blanco y negro de John Mescall.

Pero volvamos al argumento: En su viaje de novios en tren por Hungría, el escritor americano Peter Alison y su mujer Joan tienen que compartir compartimento con el Dr. Vitus Werdegast. Werdegast les ofrece acercarles en su vehículo pero durante el trayecto sufren un accidente y tienen que refugiarse en la casa ultra moderna del viejo amigo de Werdegast, Hjalmar Poelzig. La casa de pesadilla de Poelzig, arquitecto loco y satanista, fue erigida sobre la tumba de 10.000 hombres que él lideraba y que traicionó en la batalla, y es una alegoría del infierno y también la mente cosificada de Poelzig: un alma de plástico, cristal y ángulos extraños.

Uno de los aciertos de la película es precisamente el escenario elegido, que demuestra una obsesión incesante por los diseños geométricos. Mientras que la mayoría de historias de terror se desarrollan en ambientes góticos y oscuros, Ulmer escogió una arquitectura fría con influencias de la Bauhaus, cuyos ángulos rectos y superficies claras hacen aún más inquietantes los personajes que representan Karloff y Bela. Dentro de este universo simbólico de la casa con vida propia en el que se desarrolla la pesadilla, los elementos que la componen adquieren un especial significado y en la película se hace continuas referencias a las puertas, escaleras, habitaciones subterráneas, espejos… Los personajes aparecen y desaparecen de las salas de la casa de una estancia a otra moviéndose como autómatas en una invasión constante de la intimidad (hay una penetración consciente de forma abrupta en los dormitorios) que inquieta al espectador, y más si pensamos que una de las parejas que aparecen en la narración es el matrimonio Alison, los recién casados que se ven aislados en la casa de Poelzig contra su voluntad sin posibilidad de salir.

Invasión de la intimidad e invasión del mal, “The Black Cat” es también una intrusión y fascinación gradual por el mal, ya que la dama, Joan Alison, no puede dejar de simpatizar y siente una atracción extraña por el Dr. Vitus Werdegast. Y Werdegast, aunque hace en cierto modo el papel de “héroe” en realidad es un personaje muy ambiguo con multitud de aristas: acude después de quince años recluido en una prisión de Rusia para vengarse de Poelzig quien le traicionó para casarse con su esposa que murió al poco tiempo (y después con su hija, Karen, que vive en la casa como un espectro o muñeca perfecta). Hay en Werdegast un cierto placer por consumar la venganza y se establece una lucha mental entre él y Poelzig, un duelo de poder en el que no hay vencedor posible, ya que esta es una película sobre vencidos y derrotas.

Pero no quiero desvelar todos los entresijos de la trama. Para acabar con la larguísima reseña les cuento un par de detalles anecdóticos sobre lo esotérico que han llamado mi atención, y les recomiendo muchísimo la película si no la han visto:

-Lo primero, si no lo han intuido ya, es que el personaje del mago satánico Hjarmal Poelzig es una caricatura de Aleister Crowley y al parecer el argumento de “The Black Cat” está extraído de un incidente real. En 1923, una mujer llamada Betty May Loveday fue con su marido a estudiar la doctrina de Crowley junto al mago a Italia. Por lo que se ve, la ceremonia satánica que se describe en la película coincide a la perfección con la descripción de los ritos que hizo el matrimonio de los ritos en que habían participado.

-Lo segundo es que el personaje de Hjarmal Poelzig es también un homenaje a Hans Poelzig, ingeniero y arquitecto con quien Ulmer había trabajado en Alemania. El Poelzig real había diseñado y construído los sets de rodaje para la película de Paul Wegener “Der Golem, wie er in die Welt kam”. Ulmer estaba empleado como operario en el mismo rodaje y quedó impresionado por las teorías del arquitecto: Poelzig diseñaba sus edificios de acuerdo con principios mágicos en un esfuerzo para tomar contacto con lo que el llamaba “El Otro”, un mundo espiritual neoplatónico. La cita en el nombre de uno de sus protagonistas que además es también arquitecto es un homenaje a este diseñador que apadrinó a Ulmer en sus primeras películas.

21 comentarios:

Pussy Galore dijo...

No tenia ni idea de esta peli, voy ahora mismo a ver si está en mi videoclub internauta.
Un beso y feliz lunes :)

Markitos dijo...

Cuando un arquitecto se pone.....Hay una película, 13 Fantasmas, que también juega con una trama en una casa de diseño futurista muy geométrico, donde prácticamente es un protagonista más.

Aura dijo...

Sí, la vi, aunque no me convenció demasiado.
Esta os la recomiendo muchísimo ;)

Baldanders dijo...

Esta película la vi hace muchos años. Voy a buscarla para agragarla a mi cineteca y volver a disfrutarla. Muchas gracias por recordármela.

Hay un libro, "El mago", de Somerset Maugham que está basado en ese mismo encuentro que tuvieron Crowley y la desdichada Betty. Quizás ya lo conoce.

Aura dijo...

Lo tengo Baldanders, Somerset Maugham es un pasajero habitual entre mis libros de cabecera. Este relato tiene unas pretensiones de seriedad que sin embargo me hicieron la historia muy divertida...

Nicho dijo...

Por supuesto que seguiremos su recomendación.
Saludos.

c dijo...

Magnífica película, aunque mi versión es de una calidad de ultratumba: Sale el logo de la 2 de hará unos veinte años por lo menos, así que fíjese :-) ¿Sabe de alguna nueva edición en DVD medio decente? Lugosi y Karloff, que grandes.

Aura dijo...

En España no está editada en DVD señor Crazy Japan, aunque navegando he encontrado un pack bastante sabroso del querido Bela...

absence dijo...

Sí, yo me compré el pack y está estupendo. Auqnue esta es la mejor del lote.

Anónimo dijo...

No he visto esa peli, pero Aura, tu pasión no tiene límites :)

Anónimo dijo...

Como siempre deberé visonar el film... a este ritmo voy a convertirme en un experto :-P

Anónimo dijo...

no existe luagar más acogedor que el infierno, verdad?

Anónimo dijo...

Bueno, a estas horas ya qué voy a decir...
:D

Cristian Porres dijo...

Secundo la opinión del Brujo… y la de Noemí, aunque debo puntualizar que yo la vi con once o doce años en un proyector Mini Movi Bianchi de juguete, sin sonido y con un acojone brutal por las tétricas caras de Boris Karloff y Bela Lugosi (que para mi siempre será Drácula).
Magnífico post Aura. Como siempre.

Illuminatus dijo...

Pues me la tendré que buscar en Play.com. Espero que tengan una edición medio decente.

Higronauta dijo...

En mi descenso cronológico por la cinefagia del siglo pasado, aún me hallo a mitad de camino de los años 30. Aún así, he de decir que no conocía la película, pero, ante el maravilloso elenco protagonista, y sobretodo, ante su comentario, tomo debida cuenta de ella.

The Big Kahuna dijo...

Sí, la que viene en el pack de Bela Lugosi Collection es la mejor, incluye subtítulos en castellano y todo, pero eso sí, en zona 1.

Joder, esta sí que es una de mis pelis más admiradas, es un must. Habría que recuperar el resto de la filmografía de Ulmer, que tampoco tiene desperdicio.

Anónimo dijo...

uno, me reconzoc un fan absoluto del cine de la unversal del os treinta y ucarenta. Y particularmente, el gaot negro param i es una joya trunca, que fue reconstruida a ulitmo momento para suavizar la demencial trama orignal donde habia necrofilia, incesto, sadismo, satnaismo y muchas ocsas mas. Claro, el reusltado temrino sienod algo incoherente pero hay algunos momentos brillantes . Y por supuesto Karloffy Lugosi juntos son geniales.
Para rescatar la frase "the phone is dead. Even the phone is dead".
de esas frases para la historia que siempre aparecne en las pelis de la Universal de ese periodo.
muy buena eleccion, niña aura

(nota la margen: si laugno pregunta por que no esoty posteando estos dias ne mi blog , es que los %$&=)" de Blogia de laguna manera ha bloqueado mi acceso a adminstracion. Ya pedi quel o solucionen pero no hay respuesta todavia, asi que tenganme paciencia)

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Aura, por un film como el que ha reseñado, me siento extremadamente bien.

Es decir, tengo otra razón para sonreír

radicalmente.


:) Gran salute querida.

amulet88 dijo...

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edok69 dijo...

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